-¿Cómo está resultando la exposición 'La vida de nuestros
abuelos'»?
-Es un éxito rotundo, hasta el punto de abrir también los sábados
porque no damos abasto con tantas personas que nos solicitan
visitarla.
-¿Cómo surgió esta iniciativa?
-En el colegio conocían mis miniaturas y amabilísimamente se me
ofrecieron las instalaciones para mostrar a los escolares y a
quienes quisieran sumarse a conocer la vida y costumbres de nuestros
mayores.
-¿Ha contado con muchas colaboraciones?
-Pues sí, desde el personal del Colegio hasta las instituciones,
mucha gente nos ha echado una mano, porque esto es muy complejo de
montar y mantener desde el día 17 hasta finales de mes. Hay días
que acabamos agotados.
-¿En qué consiste la exposición?
-Hemos querido representar la vida y el trabajo de nuestros abuelos
a través de las maquetas con carros, aperos, animales de tiro y
personas, tanto en sus trabajos como en sus quehaceres diarios,
fiestas incluidas, todo ello vivido en el siglo pasado en los
pueblos de nuestra Castilla.
-¿Qué es lo que más llama la atención?
-Depende de los asistentes, las personas mayores recuerdan sus años
jóvenes llenos de añoranzas y también llenos de muchos trabajos,
antes sí que se trabajaba en el campo, sin apenas descanso, y por
supuesto, sin las lujosísimas vacaciones de hoy en día. Para los más
pequeños es una novedad el proceso de la vida de los abuelos. Además
de las miniaturas encuadradas en la siembra y la trilla, pueden ver
diaporamas al fuego del hogar, la noria y la danza.
-¿Usted realiza los carros a escala con madera?
-Sí, utilizo la madera de pino, haya, olmo, roble, como la que
utilizaban los carreteros, también hierro y el cuero, para los
aperos que se contemplaban en la labranza antiguamente. |